Siempre se comenta que, si queremos mejorar nuestras sociedades, la herramienta principal es la educación. Pero año tras año, aquel cambio que queremos ver no se plasma en la realidad. Por el contrario según diversos estudios los ciudadanos son cada vez más infelices, individualistas y apolíticos. Sin hablar, claro, de lo precaria que se ha vuelto la vida en los últimos años. Al ver todo esto, es cuando nos preguntamos ¿la educación que recibimos actualmente está aportando a la mejora de nuestra sociedad? Si en ella radicara parte del problema, existe una necesidad inmediata de encontrar nuevas formas y nuevos horizontes que hasta el momento no ha logrado cubrirse satisfactoriamente.
Existen otras formas de hacer educación y entre ellas tenemos a la pedagogía de la liberación, desarrollada por el gran Paulo Freire, pedagogo y filosofo brasilero que la propone como antítesis de denominada educación bancaria, este último concepto es con la que Freire se dirige a la forma de educar actual. Él la relaciona directamente con los bancos por su finalidad mercantil, que sólo se preocuparía por el traslado de conocimientos a los estudiantes e impediría que este sea un sujeto activo dentro de su propia realidad. Como resultado tenemos el afianzamiento de sujetos pasivos y el fatalismo con respecto a situaciones cotidianas que aunque hacen mucho daño, se creen no pueden ser de otra forma.
La educación es una acto de amor por tanto de valor
Paulo Freire
Para el filosofo la pedagogía de la liberación pretende renovar la condición social del individuo reconociéndose como un sujeto político, que tanto pensante como crítico hace acto reflexivo de la realidad en la que vive. Para esto es primordial el acto dialógico o conversacional y la alfabetización. La importancia que radica en el debate, la muestra de las diversas ideas que se tiene y comprender que todas ellas están sujetas a crítica, siempre y cuando se hagan de manera respetuosa. Por otro lado, se desafía el concepto de autoridad jerárquica y apuesta por la horizontalidad en las relaciones humanas, principio de igualdad que se quedaría en el subconsciente y posteriormente se replicaría en nuestra forma de relacionarlos con los demás.
La obra cumbre de Paulo es la pedagogía del oprimido en la que asocia la praxis educativa con la práctica de la libertad. "La pedagogía dominante es la pedagogía de la clases dominantes" es lo que decía el educador por tanto todos juntos debemos ser actores de nuestra educación. El libro es un de los recursos más importantes del movimiento de pedagogía crítica y está conectado estrechamente con la mirada decolonial, la lucha antiracista y la despatriarcalización.
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Necesitamos que se conozca más de Freire y sus postulados. Gracias por compartir.
ResponderEliminarExcelente información
ResponderEliminarUn aporte importante y necesario en estos tiempos actuales... gracias
ResponderEliminarSin duda, es una época en la cual debemos cuestionarnos todo, en el sistema capitalista la educación mercantilista es una herramienta que lo alimenta.
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